martes, 28 de febrero de 2012

¿SOBRAN FUNCIONARIOS? (parte I)

Por fin han salido las cifras definitivas sobre el déficit público del año 2011. A las especulaciones de si se había superado en mucho la cantidad acordada con Bruselas, se le ha puesto fin esta tarde tras la rueda de prensa del Ministro de Hacienda. El déficit es del 8,51% del PIB.


Si se trata de buscar responsables, es cierto que las cuentas nacionales no han cuadrado en el último año; pero las de las Comunidades Autónomas tampoco. Tan solo Madrid ha respetado el límite de déficit para ese ejercicio (1,3%).
































Ante esta situación, la divergencia sobre la ruta establecida por el pacto de estabilidad europeo se hace palpable. Es muy probable que haya nuevos requerimientos de recortes para reducir estos desequilibrios. La cifra del 4,4% del PIB, va a suponer reformas a todos los niveles. Hoy vamos a comentar, la común a todas las administraciones: los costes salariales del sector público.

La cuestión clave es: si nos podemos permitir el número de funcionarios que tenemos en España. Previamente vamos a ver su número y su comparación con otros países de nuestro entorno. Para ello voy a echar mano de este interesante gráfico:



Como vemos en la tabla de países justo arriba, nos movemos en niveles parecidos a Alemania, Holanda e Italia. También nos encontramos lejos de países donde hay más funcionarios que otra cosa (a juzgar con el porcentaje) como Francia, Suecia o Finlandia. Por otro lado, tenemos los casos de países que se movían en la órbita comunista, con un importante aparato público antaño, en los que el funcionariado brilla por su ausencia actualmente (Bulgaria, República Checa, Rumanía, Lituania,…).

Entonces, ¿no sobran funcionarios? Ya lo creo que sí. Tan solo comparar las cifras de las Comunidades Autónomas. Si llegamos a la conclusión de que se puede organizar el sector público de una comunidad, con la cantidad de funcionarios de la tasa más baja (Cataluña 1 funcionario por cada 25 habitantes), entonces sí se puede. Y sobretodo, se debe.

Sencillamente porque no nos lo podemos permitir. Aunque estemos a niveles de Alemania, ellos pagan más impuestos para mantener ese sistema, tienen menos fraude fiscal, y son más responsables en el uso de dichos servicios. Al no poderse (o no querer) llevar a cabo una evolución en ese sentido en la economía española (gran subida de impuestos, lucha efectiva contra el fraude,…) solo nos queda lo mejor que sabe hacer nuestro país: despedir gente.

Como verán en el cuadro superior derecha, los empleados públicos pueden ser de tres maneras: funcionarios de carrera por oposición (a esos no se les puede echar), personal laboral (estos si que peligran), y otros (donde está el meollo de la cuestión). Esta tercera división, son los empleados de empresas públicas, altos cargos de libre designación (puestos a dedo), que sin haber aprobado unas oposiciones, ostentan puestos que, por cuya opacidad informativa, no sabemos si son relevantes o no (probablemente sea lo segundo). Además curiosamente, se concentran en las Comunidades Autónomas (314.000 sobre 375.000 del total de administraciones). Creo que ya empiezan a darme la razón.

Siguiendo con ese recuadro, vemos como las corporaciones locales engloban la mayoría del personal laboral (368.000 sobre 687.000). Con más de 8.000 ayuntamientos y la mayoría de las actividades duplicadas, muchos de estos puestos también corren peligro.

En cuanto al tema de las universidades, lo voy a dejar para otro momento, pero en resumen, he de decir que van a sobrar muchos campus. La diferencia de género en la administración central (406.000 hombres vs 177.000 mujeres) se debe a que aquí están incluidos el ejercito y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cuya mayoría es masculina. Curiosamente en las Comunidades Autónomas pasa justo lo contrario (profes de primaria). 

En el próximo artículo evaluaremos por dónde vendrán los recortes de gasto en personal, y de cómo nos iremos acercando a niveles más próximos a Grecia y Reino Unido.

Gracias por leerme.

jueves, 23 de febrero de 2012

ESPIRAL DEUDA-DEFLACIÓN

Las últimas noticias de saldos financieros de la economía española, confirman la siguiente fase de la evolución general económica, el comienzo de una deriva que puede llevar al menos una década. Definitivamente hemos entrado en un fenómeno que se llama espiral deuda-deflación, el cual puede ser demoledor.

Tenemos una referencia cercana de lo que va a ocurrir, con el caso japonés de finales del siglo pasado. Para explicarlo de forma sencilla, a menos que se la detenga temprano, la deflación puede crear más deflación, llevando a lo que se conoce como una espiral deflacionaria. Cuando una economía cae en deflación, la demanda de los empresarios y consumidores para comprar productos se frena en seco porque ellos esperan pagar menos más tarde, a medida que caen los precios. Pero mientras los productores se empeñan por vender y quiebran, crece el desempleo, reduciendo aún más la demanda. Eso hace que la deflación se vuelva más pronunciada, retroalimentándose.

Este fenómeno, se ve agravado en España por la gigantesca montaña de deuda que cubre los principales sectores nacionales. La reducción principal del consumo en nuestro país, está condicionada principalmente por este volumen de deuda, ya que cada vez más ingresos de todos los agentes (que son menguantes), son destinados a dichos pagos; dejando cada vez menos para consumo e inversión.

Entre los que cada vez ganan menos, y el ingente número de desempleados, el consumo se contrae cada vez más. A continuación comienzan las bajadas de precios en los factores productivos, a saber:

-         El coste del factor trabajo cae: la nueva reforma laboral abarata el despido. Se empieza a hablar de minijobs.  Esta es una forma original de decir que se deflactan los salarios.
-         El coste del capital también se abarata: no me refiero a los tipos de interés. Al desplomarse la capacidad crediticia de los agentes, simplemente no fluye el crédito. Tampoco se necesita, ya que los activos potenciales de compra cada vez valen menos, lo que hace que esperarse ante cualquier inversión sea recompensado.

Tan solo algún shock de demanda como una brusca subida del precio de los carburantes puede hacer que la deflación no aparezca en los datos del IPC; tal y como está pasando actualmente. Tan solo vean lo que ha subido la luz en estos últimos años y lo poco que se ha reflejado en el IPC. Ciertamente, es por que casi todo lo demás ha bajado de precio.

Pero la deflación tiene efectos positivos a largo plazo. Por un lado, si se deflacta más que los países del entorno o los rivales, la economía se vuelve más competitiva en precios. Por otro lado, pone en su sitio los grandes volúmenes de deuda de los agentes. Esto fue lo que pasó en Japón, cuyas empresas son ahora la que cuentan con más liquidez en el mundo; aunque se llevara por delante a la mayoría del sistema financiero.

La deflación con respecto a la deuda dibuja un escenario en el que los saldos deudores empiezan a menguar, como bien dice la mejor noticia que hemos encontrado esta semana:


“El saldo total de crédito hipotecario de las entidades financieras se estableció en 1,009 billones de euros al cierre de 2011, lo que supone un desplome del 6% respecto al año anterior, y la mayor caída de la historia registrada. El volumen de nuevas contrataciones de hipotecas no es suficiente para cubrir el ritmo de amortizaciones, lo que coincide con el aumento del precio de las hipotecas que conceden las entidades a raíz de la creciente percepción del riesgo de impago ante el elevado nivel de paro”.

Para completar este análisis, voy a comentar el gráfico que expongo a continuación, así como su más que probable evolución futura:
















En el mismo, encontramos los grandes saldos deudores de la economía española, en función de los agentes a considerar. Como el PIB español es algo superior al Billón de Euros, las cifras en amarillo nos facilitan los porcentajes aproximados. Aquí sacamos las siguientes conclusiones:

-         En general vemos una completa estabilización del crédito de los agentes, que han visto interrumpidas sus escandalosas subidas de saldos crediticios. Ciertamente, no es que no haya crédito (este ya se dio en su momento), lo que es que no hay nuevo crédito (con lo que pagan unos, se reintroduce para otros).
-         La línea azul refleja los saldos deudores de las familias para la compra de vivienda. Como refleja la noticia (más actualizada que el gráfico) este saldo apenas supera el billón de euros, por lo que podemos decir que se están pagando más préstamos de los que se conceden. Por ahí vamos bien.
-         La línea blanca coincide con el saldo deudor de las inmobiliarias (auténtico nudo gordiano). Fíjense su extraordinaria coincidencia con las ventanas de liquidez del BCE y el FMI sobre las entidades españolas. Ciertamente, ese volumen de dinero (barra libre) al 1% con el que estas instituciones riegan a la banca nacional, va destinado a tapar el agujero inmobiliario (no a nuevos préstamos).
-         El crédito total a empresas en nuestro país supera el 190% del PIB (línea roja tabla izquierda). Seguimos teniendo las empresas más endeudadas del mundo respecto al PIB. Estamos muy lejos de ser Japón.
-         La tabla de la derecha, refleja la deuda pública (tanto estatal como autonómica). Como los datos son hasta finales de 2010, en cuanto se empiecen a confirmar los datos del año pasado veremos como se dispara (sobretodo la amarilla de CCAA).

En resumen: ¿Pero cómo va a evolucionar esto? Simplemente es como un gigantesco grano cuya punta ya ha sido superada. Ahora toca el declive de estas gráficas. En absoluto se va a volver a niveles de los 90. No hay músculo para ello. Pero si se va a ver un estrangulamiento del crédito hasta que los índices no vuelvan a los niveles considerados por todos como aptos. Esto es, en las medias internacionales. Pero esto va a llevar mucho tiempo. Más de una década.

Gracias por leerme.  

miércoles, 8 de febrero de 2012

CAPITULANDO QUE ES GERUNDIO

Hoy hablamos sobre la reforma financiera aprobada la semana pasada. Las novedades son relevantes, muchas de ellas ya comentadas por diferentes analistas. Lo que quiero traer aquí, son los avances en la hoja de ruta de ediciones anteriores; concretamente, el salto producido en la auténtica raíz del problema que sufre nuestro país: la explosión de la burbuja inmobiliaria.
















Si ya en 2010 hablábamos de que estábamos atravesando el momento de la bull trap y entrando en la etapa de return to normal (¿se acuerdan de los brotes verdes?), en el 2011 la situación ha empeorado de manera importante. Las cifras de transmisiones se han reducido a mínimos históricos (más de una tercera parte desde máximos) y los precios han caído batiendo records. Fear (el miedo) ha sobrevolado el mercado, presentándose como un no mercado.

Las consecuencias del no mercado lleva irremediablemente a la siguiente fase: la capitulación. En ésta, las características son las siguientes:

-         La capitulación de expectativas: la mayoría de la gente es consciente que a partir de este punto, no hay perspectivas de crecimiento futuro de precios.
-         No hay dinero ni lo va haber. El crédito ha desaparecido por completo. Y si queda algo es para financiar las viviendas que se adjudican los bancos.
-         Ya se habla sin tapujos de millones de viviendas a la venta y de una demanda muy decaída, que con las altas tasas de desempleo, promete no recuperarse en muchos años.
-         A partir de aquí, se profundizan las bajadas en los principales índices.

Pero, ¿por qué hemos situado en estas fechas el comienzo de la capitulación? Sencillamente es por el siguiente anuncio:


“El Ministerio de Economía exigirá unos 50.000 millones a las entidades financieras para que saneen sus inversiones inmobiliarias, pongan los pisos a la venta, ganen la credibilidad perdida en los mercados internacionales, obtengan crédito y lo transmitan a los clientes”.
“Tras la inyección de 50.000 millones, los créditos en suelo quedarán provisionados en un 80%; las promociones en curso en un 65%, y la promoción terminada y la vivienda, en un 35%. Además, se exigirá una provisión genérica del 7% sobre los créditos a promotores aunque estén al corriente de pago. Para pagar esta factura, las entidades podrán usar las provisiones genéricas, aquellas que no están asignadas a morosos”.
“Ese es el margen que tienen para bajar los precios. "Esto facilitará la salida de estos activos a precios más baratos, que se asemejarán más a los de mercado. Los ciudadanos que quieran comprar viviendas se beneficiarán de esta medida", comentó Guindos. Si llega este bajón de precios, los propietarios de pisos serán conscientes de su pérdida de riqueza y las inmobiliarias tendrán que realizar fuertes ajustes”.























Efectivamente se trata de un rebajón. Esto es, el miedo, fear, cunde a sus anchas y la siguiente fase ha comenzado. Los descensos no se han hecho esperar:


“Enero de 2012. Seseña. Piso de dos dormitorios, trastero y garaje: 89.000 euros. Febrero de 2012. Seseña. Piso de dos dormitorios, trastero y garaje: 65.000 euros. Esto es, 24.000 euros menos en apenas treinta días. El Banco Santander ha metido una vez más la tijera a los inmuebles que heredó hace cuatro años de Francisco Hernando, ‘El Pocero’, en la localidad toledana y ha vuelto a tirar los precios a la baja”.

Estamos hablando, que se ha superado la barrera de menos de 1.000 euros metro cuadrado de nueva construcción en los alrededores de Madrid, ya que los pisos del Pocero, si algo es cierto, es que están bien construidos y son amplios. Rápidamente, los particulares de alrededores, han tenido que ponerse las pilas para quitarse la morralla de en medio. ¿A cuánto creen ustedes que puede verse el metro cuadrado de segunda mano en alrededores? No se lo van a creer, vean esto:


Bajada de 40.000 euros. Su precio: 20.000 euros. El metro cuadrado sale a 275 euros. Es cierto que se trata de viviendas humildes, con necesidad de reforma (aunque el suelo está nuevo). Habría que ver el vecindario. Pero no me negarán que algo está pasando por la cabeza de muchos para llegar a estas bajadas. Y eso se llama CAPITULACION. (Gracias al forero “deslechado” por la recopilación). Pero que no se crean que esto es una raya en agua, hay más:



Bienvenidos a la nueva, fase dentro de la explosión de la burbuja inmobiliaria española. Ahora lo que espera, es una larga travesía por el desierto, hasta encontrar precios de equilibrio y ajustarse la oferta y la demanda (no menos de una década). Cuando esto ocurra, se producirá un overshooting (precios por debajo de la media a largo plazo) y el acceso a la vivienda dejará de ser un problema (por lo menos su precio, ya que por cantidad no va ser). Se empezará a hablar de las Socimi y ventajas al alquiler. Así que ya saben, si tienen una o más viviendas, disfrútenlas; son para eso, no para especular con ellas (se trata de un bien básico, como el arroz o el pan). 

Gracias por leerme.