El pasado día 28, falleció uno de los principales precursores del rap afro-americano: Gil Scott-Heron. Uno de sus temas más conocidos me viene al pelo para este post. La revolución no será televisada.
El motivo por el que escribo este artículo, es que desde hace tiempo ya, la información está cada vez más fuera de los canales tradicionales, alejados de manipulación y de intereses creados. La comunicación se realiza directamente, sin intermediarios; y en aquellos casos en los que se descubre la mano del oportunismo, se desacredita rápidamente con un clic o un twit. Y esto se ve claramente en los acontecimientos de estas últimas semanas.
Tras el éxito de la manifestación convocada por la plataforma Democracia Real Ya el 15 de mayo, han brotado como setas los debates en torno a los asuntos más importantes que la sociedad reclama; muy apartado de las campañas políticas. En algunos casos el poder de convocatoria ha sido increíble, ya que al más mínimo atisbo de intento de boicot por parte de algún estamento, el movimiento se ha hecho más numeroso.
El movimiento, conocido posteriormente como los indignados, ha llenado las plazas y lugares públicos de las principales ciudades españolas y europeas, siendo el eco de la misma muy diferente según de donde estemos hablando. Al principio se intentó desacreditar al movimiento ya que muchos de sus integrantes tenían un cierto tufillo rojuno (en gran medida es cierto). Pero después empezaron a aparecer familias enteras, jubilados, profesionales e intelectuales que daban su claro apoyo a este movimiento.
Además en todas las convocatorias se rogaba a los asistentes que se abstuvieran de proclamas partidistas, nacionalistas o de cualquier inclinación política por el bien del movimiento, ya que eso no tocaba en ese momento. Era el tiempo de luchar contra la infamia. Las acusaciones de manipulación del movimiento por parte de la izquierda son falsas, lo mismo que aquellas noticias sobre banderas republicanas, anarquistas o comunistas, con manifiestos más propios de dictaduras caribeñas. Es probable que alguno haya intentado hacer campaña por algo de esto, pero rápidamente se le ha instado a su abandono. Si no me creen, reto a cualquiera que se meta en esta foto de gran resolución de la manifestación de sol para ver si encuentra alguna bandera, símbolo o pancarta de este tipo (pongan fullscreen y hagan zoom con el ratón para ver los detalles).
Al movimiento se sumaron rápidamente otros colectivos como: No les votes (por lo de la ley Sinde), Anonymous (estampando el manifiesto en la web del PSOE como, hackers que son) y ciudadanos en blanco (que promueven el voto en blanco), lo que hacía que la marea vaya adquiriendo peso.
Tras varios días, las críticas iban dirigidas hacia su jerarquía (que era inexistente). No había una cabeza pensante a la que poder echar la culpa y no había consignas o peticiones formales expresas, sino que todo iba surgiendo mediante asambleas. Esto hacía mucho daño a tertulianos políticos que no sabía si atacar era bueno (electoralmente) o no.
El movimiento continúa creciendo, y lo hace allende de nuestras fronteras. Aquí encontramos artículos y fotos de las concentraciones en varias ciudades de Europa y una muy divertida anécdota en Londres con la televisión española de por medio y el boicot al que hacemos referencia (varios seguidores del barça corean lo llaman democracia y no lo es).
Y mi particular aportación, a la campaña de democracia real ya en Bologna (Italia) con una exclusiva in situ de los primeros pasos del movimiento allí:
Mas adelante entraré con profundidad en las propuestas de estos colectivos, para intentar mejorar, en la medida que uno pueda, los contenidos de las reivindicaciones; su consistencia, idoneidad y desarrollo; para arrojar un poco de luz en el sombrío futuro que nos espera de seguir así con la línea actual de despropósitos partidistas.
Por último quisiera aportar desde aquí mi apoyo a estas movilizaciones, no sin antes destacar, que aunque ha sido un éxito de colaboración ciudadana y convocatoria, si es importante replantearse el método llevado a cabo, ya que las acampadas están empezando a perder sentido si se molesta a los vecinos y comercios, así como a cuidar un poco la imagen de los campamentos que en muchos casos dan apoyo a quienes sostienen que solo son perroflautas. Desgraciadamente la imagen cuenta mucho todavía en todo esto. Seamos lo suficientemente inteligentes para usarla a nuestro favor. Criticamos a los medios por su manipulación y no somos capaces de hacernos oír con decencia.
Y recuerden, la revolución no será televisada.
Gracias por leerme.