martes, 3 de mayo de 2011

FRIEDRICH AUGUST HAYEK

Hace unas semanas, escribí sobre uno de los economistas más importantes de la historia: John Maynard Keynes. Me comprometí con todos a que haría lo mismo con su máximo rival contemporáneo: Friedrich Hayek. Es en las características de éste último y en su peculiar controversia con Keynes, donde radica el profundísimo debate que durante el siglo pasado, y lo que llevamos de este, salpica los hervideros académicos de todo el mundo.

F.A. Hayek  nació en Viena, y siendo discípulo de Von Mises pasó a encabezar lo que se conoce como Escuela Austriaca. Una vez licenciado, fue a Londres donde ocupó una cátedra en la London School of Economics. En estos años, tomó una gran notoriedad y fama en el ámbito académico, tanto por sus publicaciones y estudios, como por su rivalidad con Keynes y la beligerancia en contra de sus ideas. Pero durante los años 30, fueron las ideas de Keynes las que se impusieron, y de nuevo tras la Segunda Guerra Mundial triunfaron gobiernos socialdemócratas, con lo que Hayek perdió relevancia y mucha de la fama que había ganado de joven. Finalmente consiguió el Nóbel de Economía en 1974.

Su enfrentamiento comenzó cuando Hayek hizo un escrito desfavorable al libro de Keynes Tratado sobre el dinero, y éste le replicó. Después, Keynes tomó la iniciativa y pidió a Piero Sraffa (discípulo de Keynes) que hiciera un informe crítico de la obra Precios y producción de Hayek, que este replicó. Esta situación provocó que todos los economistas más importantes del momento tomaran parte por uno de los dos bandos. La controversia acabó en 1936 con la publicación de la Teoría general de Keynes, que le proclamó ganador, al menos momentáneamente, e hizo que sus tesis fueran las que se impusieran.

Hayek tomó las bases de su teoría de la obra Teoría del dinero y el crédito de Mises e hizo su propia interpretación del ciclo económico, que fue conocida como Teoría Austriaca del ciclo económico. Podemos considerar como obras más importantes de esta etapa Precios y producción de 1931, que era un compendio de las conferencias que había hecho en la London School of Economics, Beneficios, interés e inversión de 1939 y Teoría pura del capital de 1941.

Hayek explica el origen del ciclo económico a partir del crédito concedido por el banco central y los tipos de interés artificialmente bajos (esto empieza a sonar algo). La expansión del crédito debido a los bajos intereses hace que los empresarios inviertan en proyectos muy arriesgados y en los que nunca hubieran invertido con unos tipos más altos, y provocan una mala coordinación entre producción (sobreproducción), consumo e inflación (subida de precio de esos activos). Primero hay una gran expansión, pero después una gran recesión hasta que vuelve a ajustarse la economía.

El proceso sería el siguiente: el alza de precios resultante de una expansión conduce a la caída de los salarios reales (sueldos relativamente más bajos comparados con el capital fijo), que induce a la substitución de máquinas por mano de obra y una reducción general de los períodos de producción. En consecuencia los tipos de interés suben, cae la inversión y la economía sufre un descalabro.

También atacó duramente al Socialismo. Según Hayek, los precios de mercado son los transmisores de cantidad de informaciones económicas dispersas y servirían para compartir y sincronizar muchos conocimientos personales; por lo tanto, intentar manipular el mercado conlleva un problema de falta de información (os suena algún mercado que esté intervenido en los últimos años). Un intercambio y uso eficiente de los recursos sólo se conseguiría a través del mecanismo de precios. Así pues, esta economía planificada, produciría aquello que decidiera la junta central, sin que tenga que coincidir necesariamente con la demanda de la población ni con criterios de eficiencia, ya que sería imposible tener en cuenta todas las preferencias de la sociedad.

Hayek no sólo pensaba que el socialismo y la colectividad comunista implementadas por el estado eran inviables por la falta de precios de mercado, sino que, además, en un plano más filosófico y político, eran incompatibles con la libertad individual, y que, además, estos sistemas, necesariamente, llevaban al establecimiento de regímenes totalitarios, ya que los que llegarían al poder serían siempre los peores elementos de la sociedad (ahí queda eso). Estas críticas no iban dirigidas tan sólo hacia los sistemas de economía planificada, si no en general hacia cualquier intervención del estado en la economía, que para él significaba un socialismo progresivo.

Las vivencias durante la primera mitad del siglo XX de dos guerras mundiales, hicieron que en las sociedades existiera un sentimiento de comunidad que decantó la balanza a favor de Keynes. Pero durante las últimas décadas de ese siglo, los pensamientos de Hayek se hicieron más atractivos por aquello del desarrollo personal y la libertad individual (neoliberalismo de Friedman). Si nos ponemos estrictos, tanto una teoría como la otra son complementarias. Tal vez solo haya un problema: llevarlas a su extremo (los extremos nunca son buenos). Es cuando el ciclo es claramente bajista, cuando empieza la bronca entre ambas.

Os dejo recién salido del horno, el segundo round rap de Keynes vs Hayek. A ver si encontráis a los otros economistas que aparecen.



Gracias por leerme.

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